viernes, 6 de marzo de 2009

LA VILLA DEL ADELANTADO

Desgastada por el tiempo
y las 10.000 acometidas,
descansas firme y erguida
a la vera de tu ría.

Tan bella como fragil
y tan pura como recia,
gozas de la inigualable entereza
del que ha visto 1000 decadas.

Miles de hijos a tu cargo
hacen mella en tu belleza,
con tus brazos agrietados
los sustentas con firmeza.

Pero tu corazón esta vacio
de las risas de tus vastagos
ya no anidan en tu pecho
ni descansan en tu regazo.

El nuevo mundo les atrajo
convirtiendote en ave de paso
dispersando sus destinos
y volviendoles mezquinos.

Pero en tu infinita bondad
no puedes culpar
al que te ha de abandonar
por no poder alimentar.

En campo de gules
sobre ondas de azur y plata
brilla el color de tu esplendor
con sus velas desplegadas.

Rompiendo las cadenas
que de la entrada te separan
conformaste tu blasón
que hoy muestras con honor.

Hija pequeña de Asturias
¿cuantas veces te has levantado?
La batalla no ha terminado
para la Villa del Adelantado

LA NIÑA QUE NO APRENDIO A VOLAR

Tan preciosa como vanidosa.
Tan altiva como candorosa.

Liberada de tu culpa
caminas a la sombre
de tus almas más preciadas,
bajo las encinas protectoras
que no pierden sus hojas
pero el tiempo las marchita.

Niña de grandes ojos,
en sus agasajos te perdiste
cayendo presa en libertad,
dobleganto tu voluntad
a un deseo confuso
del que más te ha de amar.

¿para que la libertad?
¿para que el afan de amar?
si en tu jaula de oro
ya encontraste bienestar.

Sólo cuando el tiempo
haga mella en tu hermosura
y la edad apague tu bravura
una cosa tendras que contemplar

Si el pájaro que vuela libre
llena de dicha su camino,
el que contiene sus alas
se deja doblegar al hastio.